martes, 31 de agosto de 2010

Yo nací filósofo


... o poeta, si quieren, 
al cabo es lo mismo. 
He recorrido muchos metros 
de recuerdos y sé 
que no lo elegí, 
que llegó impuesto.

Uno nace filósofo, 
o poeta, que más da, 
y entonces cabalga 
ya para siempre a 
lomos de la vida 
y de la mente.

Uno nace filósofo, 
o poeta, es igual, 
y necesita de otro igual, 
o poeta, para saberse 
entendido.

Uno nace filósofo, 
o poeta, que es lo mismo, 
y cuestiona horarios 
y prepara equipaje 
e itinerario 
sin moverse de la silla

Uno nace filósofo, 
o poeta, ya saben, 
y el insomnio tira 
de uno mientras 
la ciudad duerme.

Uno nace filósofo, 
o poeta, se entiende, 
y sin control 
se ve embriagado 
por los sentidos.

Uno nace filósofo, 
o poeta, claro, 
y descubre pronto 
que el viaje 
lo hará solo.

Uno nace soldado 
y descubre pronto 
que el viaje lo 
hará solo.

Uno nace filósofo, 
o poeta, quiero decir, 
y se resiste a asumirlo, 
a aprender a convivir 
con la nueva condición.

Uno nace filósofo, 
o poeta, y su obra 
está concebida como 
epístola que justifica 
al gremio y le da fuerza.

Uno nace poeta 
o filósofo, ¿se dan cuenta?, 
y no tiene lector detrás del verso, 
detrás aguarda otro poeta.







3 comentarios:

  1. Nacemos, escribimos, luego vivimos¡¡¡
    es cierto, detras de los ojos que nos leen, hay siempre otro poeta.¡¡¡ petons

    ResponderEliminar
  2. De acuerdo con el fondo y admirado con la forma.

    ResponderEliminar