martes, 10 de agosto de 2010

Declaración de intenciones


Yo quería dibujar en tu recuerdo 
la más bella puesta de sol 
que pudieran contemplar tus ojos, 
observar a tu lado el sendero, 
como libro escrito en una línea, 
que recorren las hormigas.

Quería decir cielo 
y que de este cielo te llenaras, 
decir océano y que de ti se llenara, 
decir aire y en aire te convirtieras.
Escribir hambre y se 
te encogiera el pecho... 

Sin embargo yo 
tan sólo te hablo de amor, 
porque sin él, 
no podrías verlo.

Yo quería dejar el tatuaje de mi paso 
sobre tu corazón de nieve. 
Esperarte como el que nada espera 
en la garita de mi tristeza, 
saberte abajo y no pedirte nunca 
el santo y seña.

Tan sólo quería que, 
aún lejos en el tiempo, 
no olvidaras mi nombre; 
ahora me entretengo 
recorriendo el sendero de lágrimas 
que al marchar dejaste.

Tan sólo levanto la mirada, 
tan sólo abandono el rastro, 
si me engaño creyendo 
que de pronto llegas 
y me abrazas por la espalda.

Nunca llegas.




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