martes, 13 de diciembre de 2011

Avances




Hoy es trece de diciembre de dos mil once para los humanos,
bueno, para algunos humanos. Cuando era niño pensaba
que en el siglo XXI solo trabajarían las máquinas, la ropa
se fabricaría a partir de materiales inensuciables,
inarrugables, inrotables, con pulsar un botón aparecerías
en cualquier lugar del planeta… y aunque no se ha
cumplido todo, reconozco que basta con pulsar un botón
para que una máquina me lave la ropa. No hay botones
para tenderla, plancharla y doblarla, pero por algo se
empieza. No obstante, es un momento histórico muy
interesante: Podemos hablar por teléfono vía satélite y a
continuación paliar nuestra boca reseca con un trago del
botijo y ese momento surrealista nos conecta al origen.
Y aunque ambos son dos grandes inventos, hay que
reconocer que el botijo cumple su función sin que haya
que enchufarlo a la red, haya o no cobertura; si bien es
cierto que, por mucho que hablemos por el piporro, no
obtendremos respuesta.