sábado, 27 de agosto de 2011

Lo más triste


A veces pienso en las cosas tristes de la vida: La comida
de lata, los vertederos, el estómago, el diseño de las
cajetillas de Ducados (por no rememorar la oscura Época
del Sombra), las apuestas de lotería, Bush, dejar en la
cuneta a la abuela cuando llegan las vacaciones, el llanto
de mi hijo, la doble moral, el sexo de escaparate, la muerte
de un payaso, utilizar el verbo para agredir o las avenidas
de la muerte de Bukowsky. La mirada que acompaña el
último adiós del suicida. Eso es lo más triste.

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