te diría ¿vienes al parque?
y tú espera, que se lo voy
a preguntar a mi madre,
y le arrancas un sí distraído
pero que a nosotros nos vale.
Mira, ven y alargo mi mano
y tú, sin temor, la aceptas.
¿A que son bonitas estas flores?
Parecen de plastilina.
Y recorremos sin cansarnos
toboganes y balancines,
las horas y los columpios,
hasta bien entrada la tarde.
Y cuando nos llamen las madres
venga, niños, que nos vamos,
diremos jo, un ratito más.
¿Pero es que no os cansáis?
Y entonces descubriré
que no me canso de mirarte.
Mi infancia es un no me canso de mirarte, me quedaria a vivir en el parque sin con ello te mirara....¡¡
ResponderEliminarPreciososanti. petons