Algún día
despertaré sin versos,
la pluma dejará de embozar
cálidas líneas
que arropen mi espera.
El resto no será más
que negra sangre
alzando su voz
derramada en vano.
Algún día
me quedaré sin tinta.
La bola dejará de buscar
entre los papeles
palabras perennes.
El resto no será más
que hojas caducas
que el invierno barrerá
de su página en blanco.
Esperemos que ese día tarde en llegar,si te quedas sin tinta tienes al ordenador ,pero sigue escribiendo.
ResponderEliminarUn abrazo
. Puri.