que le ha tocado lo peor,
lo dice refiriéndose a mí.
Vive mi decadencia,
da fe de mis deudas,
constata mi fracaso,
le decepciona mi ruina.
¡Qué decepción!, se repite,
como hablando para sí
pero buscando mis oídos.
Presiente que su vida
puede hacerse pedazos
ignorando que yo trabajo
en recomponer los míos.
El desamor es cosa de dos, no lo rompo yo y tú lo pagas ni viceversa, si a ti te cuesta uno, conmigo ya somos dos.
ResponderEliminarGran poema Santi que refleja egoismo y elude responsabilidades a la hora de decir adios.
Un saludo poeta.