miércoles, 8 de agosto de 2012

Marcelo Salgado II


Tenía un piso,
su chalet con piscina,
su nómina generosa,
sus dos coches,
sus dos hijos,
sus dos mujeres
(esposa y amante),
sus inversiones,
sus otros negocios…
pero siempre parecía
faltarle algo,
y estaba en lo cierto,
le faltaba mesura.

1 comentario:

  1. Pues sí, la mesura... ¿dónde empieza y, si es así, dónde termina?
    Abrazos otoñales con brazos en alto.

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