Lenta,
imperceptible,
silenciosa,
la metamorfosis ha caminado
a nuestro paso estos últimos años.
Hemos cambiado,
ya nunca volveremos
a ser lo que fuimos
ni a decir
aquí tienes mi mano.
Me pregunto
si nos hemos hecho adultos
o si nos hemos adulterado.
¡Qué bueno Santi!
ResponderEliminar¿Dónde están las manos infantiles de los adultos?
Se las llevó ya la oruga hecha mariposa.
Buen poema. Felicidades por 13
Muchas gracias, Raül. Me alegra que te guste.
ResponderEliminarDe nada poeta, por supuesto que cuentas con mi crítica.
ResponderEliminarUn saludo
Raül Jurado Gallego
eltendederopaco.blogspot.com